Se recomienda lavarse los pies cada día con agua fría o tibia y usando un jabón. La duración del lavado no será superior a 10 minutos, para evitar la maceración de la piel.
Conviene secar minuciosamente los pies insistiendo sobretodo en los espacios interdigitales. Por contacto y no por fricción para no lesionar la piel. El secado es muy importante ya que la humedad favorece la infección por hongos, verrugas, bacterias, etc.
vite las prendas demasiado ajustadas a los pies y piernas como calcetines, fajas, ligueros, medias, que ejercen un efecto de torniquete e impiden la normal circulación de la sangre. Estas deben ser de fibras naturales como son las medias de seda, pinquis de algodón y calcetines de algodón, hilo o lana. Si tiene exceso de sudoración conviene cambiarse de medias o calcetines dos ó más veces al día.
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